Borjalona

Saturday Night Live arrancó su camino en 1975, creado y producido por el incombustible Lorne Michaels. El programa de la NBC, a pesar de haber tenido altibajos, es un clásico vivo de la historia de la televisión mundial, acompañando a otros hitos de la longevidad como el culebrón británico Coronation Street (que se estrenó en 1960 y sigue emitiéndose) o el programa de variedades chileno y ahora estadounidense Sábado Gigante (creado en 1962). Ha tenido versiones locales en sitios tan dispares como Canadá, Italia, Japón, Corea del Sur o España, donde apenas duró unos meses. Pero si por algo ha destacado SNL es, sin duda, como cantera de cómicos.

Cada temporada (Chris Pratt fue el encargado de presentar hace unas semanas su 40ª temporada, después han pasado Sarah Silverman y Bill Hader) tiene un elenco fijo y una serie de actores llamados “destacados” (featured en inglés) que luchan año tras año por formar parte del primer grupo. De las filas del programa, que como su propio nombre indica se emite en directo cada sábado desde los estudios de NBC en Nueva York, han salido algunos de los actores más aclamados, exitosos y reclamados de las últimas cuatro décadas: Bill Murray, Dan Akroyd, John Belushi, Chevy Chase, Eddie Murphy, Robert Downey Jr., Adam Sandler, Mike Myers, Will Ferrell… Un buen puñado de hombres famosos a los que, hasta hace bien poco, acompañaban pocas mujeres: apenas Julia Louis-Dreyfuss (como parte del elenco de Seinfeld y ahora ganando premios año tras año en Veep) y, en mucha menor medida, Molly Shannon, Gilda Radner, Jenny Slate o Jane Curtin consiguieron algo de reconocimiento.

Las tornas comenzaron a cambiar a finales de los 90. La revolución empezó, sin intención, con la contratación en el equipo de guionistas de una joven procedente de un grupo de improvisación de Chicago. Tina Fey tardaría solo dos años en hacerse con el show y en 1999 se convirtió en la primera (y hasta la fecha, única) mujer que ha tenido SNL como jefa de guionistas. Del cuarto de escritores saltó al plató como actriz y acabó en uno de los segmentos más celebrados de SNL, el noticiero satírico Weekend Update, junto a Jimmy Fallon. Tras la marcha de Fallon, Fey volvió a marcar un hito al elegir como co-presentadora a Amy Poehler, siendo así la primera vez que dos mujeres se hacían cargo del popular telediario.

Contemporáneas a Fey y Poehler fueron Maya Rudolph y la última gran estrella en abandonar el programa, Kristen Wiig. Es cierto que también algunos varones han alcanzado el éxito mediático, sobre todo los televisivos Jimmy Fallon y Seth Meyers y Andy Samberg, que dio la sorpresa de la temporada con Brooklyn Nine Nine. Tanto Jason Sudeikis como Bill Hader o Will Forte no paran de trabajar. Sin embargo, son Fey, Poehler y Wiig las que acaparan más atención, más premios y mejores críticas. Y en el elenco actual hay más de una promesa que ya está empezando a dar que hablar. Atendiendo no solo a la cantidad de trabajo, sino a la naturaleza y repercusión de este trabajo, se vislumbra la idea de que SNL es la cantera de cómicas más importante en la actualidad. Y parece que el programa se dio cuenta de ello hace unos años, cuando rindió homenaje a sus cómicas con el divertidísimo especial The Real Women of SNL, donde, basándose en realities como The Real Housewives, reunía a sus actrices más memorables.

En 2006, tras casi una década trabajando para el programa, Tina Fey abandonaba Saturday Night Live sin hacer demasiado ruido. Tras el parón veraniego, NBC estrena 30 Rock, la serie creada por Fey y producida por el creador de SNL, Lorne Michaels, con Alec Baldwin y la propia Fey como protagonistas y secundarios de lujo como Tracey Morgan y Jane Krakowski. La serie, que relataba el día a día de la jefa de guionistas de un programa semanal de humor en directo (Fey tenía otra idea en mente, pero la cadena propuso que se basara en sus propias experiencias en SNL), se convirtió rápidamente en la niña mimada de los críticos y los premios y, por consiguiente, de la cadena, que la renovaba año tras año a pesar de tener audiencias más bien discretas. Pero los números que interesan son otros: en 2009, se convirtió en la comedia con más nominaciones en los Emmy en un mismo año, acaparando 22, y en sus 7 temporadas ha ganado más de 70 premios entre Emmies, Globos de Oro, SAGs o el Festival Internacional de Montecarlo. Todo un éxito que terminó en 2014 y con Tina Fey embarcada ya en otra comedia creada por ella pero en la que no participará como actriz, Unbreakable Kimmy Schmidt, sobre la vida de una mujer que escapa de una secta. Aunque su actividad principal está en la pequeña pantalla, Fey también ha puesto pica en el cine: escribió una de las películas de culto pop del siglo XXI, Chicas Malas, y ha protagonizado Noche Loca o el Tour de los Muppets. Para el que esto escribe, solo con 30 Rock Tina Fey tiene la gloria eterna ganada. Mi serie favorita ever, podría asegurar.

Compañera de Fey en Weekend Update y, últimamente, en la presentación de galas de premios, Amy Poehler es la siguiente en la lista. Poehler pasó 7 años en Saturday Night Live y siguió los pasos de Fey, abandonando el programa para protagonizar su propia serie. Parks and Recreation, que en breve estrenará su séptima y última temporada, no ha tenido los mismos premios que 30 Rock, pero sí que ha ido aumentando su popularidad y la aceptación de los críticos, que han valorado la reinvención de la serie, que comenzó como un remedo extraño de The Office (mismo estilo documental) para acabar adquiriendo una personalidad única gracias, sobre todo, al personaje interpretado por Poehler, la concejala feminista, hiperactiva y obsesionada por el bien común Leslie Knope. Además, acaba de estrenar la película They came together, produce la serie Welcome to Sweden (no aguanté el primer capítulo…) protagonizada por su hermano Greg y tiene en cartera varios proyectos cinematográficos. ¿Es Poehler tan frenética y workaholic como Knope? Parece que sí.

La última en triunfar, y a lo grande, es Kristen Wiig. Ya en sus primeras apariciones en SNL dejó claro que lo suyo es la comedia con mayúsculas, el gag efectivo y la poca vergüenza. Del elenco de los últimos 15 años es la que más personajes propios ha interpretado, además de hacer imitaciones tan grotescas como hilarantes de Madonna, Lana del Rey, Drew Barrymore o Björk. Debido al ritmo del programa, muchos de los actores solo pueden hacer otros trabajos durante el verano, y eso hizo Wiig son uno de sus proyectos personales. Puso en marcha uno de los guiones que tenía escritos y produjo y protagonizó una de las comedias independientes más taquilleras de todos los tiempos. La Boda de mi Mejor Amiga superó las mejores expectativas, recaudando solo en Estados Unidos 170 millones de dólares (costó 32) y casi 300 en el resto del mundo. Además, consiguió dos nominaciones a los Oscars (mejor guion y mejor actriz secundaria para Melissa McCarthy), algo poco habitual para comedias tan disparatadas. El año de locura que pasó promocionando la película pasó factura a Wiig, que no tuvo más remedio que abandonar SNL. A diferencia de Poehler y Fey, su carrera no continuó en la televisión, sino en el cine, donde combina grandes producciones (como La Vida Secreta de Walter Mitty) con historias más independientes, como la aclamada The Skeleton Twins. Este año hizo una excepción protagonizando la miniserie The Spoils of Babylon (otra que no me enganchó en el primer capítulo), por la que consiguió su séptima nominación al Emmy, premio que se le resiste. Con 3 películas pendientes de estreno, otra en rodaje y dos en preparación, queda claro que la estrella de Kristen Wiig está más alta que nunca, y que tenemos comedia para rato.

El futuro de SNL es femenino, aunque algo incierto. La salida de Wiig dejó al programa huérfano de iconos y actores reconocibles, y las últimas 3 temporadas se han basado en una serie de elencos cambiantes basados en la prueba-error. Pero atendiendo a los que se han quedado, habrá que intentar no perder de vista a mujeres como Vanessa Bayer, Kate McKinnon, Cecily Strong o Aidy Bryant. Una de ellas puede ser la próxima gran cómica americana. Vanessa Bayer ha protagonizado una de las imitaciones que más me han hecho reír este año, la de Jacqueline Bisset recogiendo su Globo de Oro. The Miley Cyrus Show, la escuela de niños actores o el niño judío tímido son otros de sus hitazos. De las que están ahora, es probablemente mi favorita. Y sale en un vídeo de Haim. Kate McKinnon es la que mejores críticas recibe y la que está ganándose más al público: sus imitaciones de Penélope Cruz, Ellen Degeneres  o Justin Bieber son magníficas y tiene cara y voz y formas de cómica masiva. Mola. Cecily Strong presentó media temporada de Weekend Update, con visiones feministas muy interesantes, pero se la han cargado en la nueva temporada y el noticiero vuelve a ser un campo de nabos. Es bastante versátil como actriz, y su personaje The Girl You Wish You Hadn’t Started a Conversation With at a Party es simplemente perfecto, por lo triste y lo real que es. Acabará en una sitcom, imagino. Aidy Bryant es muy tierna y tiene ese punto de chica inocente y salida a la vez, puede ser sassy y tonta, lista y seria, puede hacerlo todo. Es muy muy graciosa. Me quedo con el sketch en el que Drake hacía de padre y ella, haciendo de chica de 13 años, se insinuaba, y con su Úrsula, la mala de La Sirenita que alucina con la música moderna. Una delicia. Y, combinando, la serie de un solo episodio Dyke & Fats (Bollera y Gorda) creada por McKinnon y Bryant es una maravilla.