Reediciones

A los que nos gusta descubrir bandas nuevas y escuchar música todo el tiempo nos sobrevuela un sentimiento de angustia constante por no poder estar a todo lo nuevo. Si a esto se le añade una gota de interés por la historia, lo añejo y lo que explica el presente, la posibilidad de volverse loco aumenta. En los últimos meses hemos sido testigos de la llegada de una ola que viene de lejos y que ha bañado el país con reediciones de documentos escondidos.
Como un acto de justicia contra la Historia Oficial del Pop, algunos sellos y colectivos han puesto empeño y han comenzado a investigar los recovecos de la música. Estos son algunos de los artefactos desempolvados más chulos y apetecibles.
Empezamos, como no, con las breaking news de esta semana. Desde que se celebra el Record Store Day en España, cada año tenemos ediciones especiales y únicas de grupos de aquí. Unas molan, otras no, otras pasan desapercibidas. Esta mañana me comentaban que aún hoy se pueden encontrar algunos de los lanzamientos del año pasado, lo que dice bastante de cómo está la cosa por aquí. Bueno, a lo que voy: uno de los primeros anuncios para el Record Store Day viene de una multinacional, que debe ver el negocio y ha decidido reeditar para 2015 el simpar disco de Aventuras de Kirlian. Jo, ya lo tengo en CD, pero voy a MATAR por ese 10″.
Sin movernos de Donosti, volvemos un par de años atrás con la decisión de Elefant de sacar una reedición limitada de Un soplo en el corazón, de Family. El disco cumplía 20 años como el típico trabajo que todo el mundo nombra y que ha sido súper influyente y tal, y que en mi opinión tiene mucho que ver con ser un disco único, todo el material que publicó la banda. La preventa fue un exitazo y los intentos de estafa en Discogs no se hicieron esperar, y Elefant reaccionó muy elegantemente lanzando otra tirada para evitar la locura de pagar más por algo que no. También aprovecharon el tirón para reeditar en vinilo el homenaje al disco y al grupo que organizó años atrás Rockdelux y que es genial, todo lo genial que puede ser un disco de varios grupos muy diferentes haciendo versiones, pero que muestra momentos cumbres de carreras bajoneras, como la versión de Fangoria (a lo que añado su popurrí con Otra dimensión que sacaron como cara B en uno de sus singles bajo el nombre de Carlos baila en otra dimensión, en referencia obvia a Carlos Berlanga).
Otros que se han estrenado en el fantástico mundo de las reediciones han sido los de La Fonoteca. El vinilo que recopila las maquetas de Los Suspensos se está vendiendo de perlas y parece que ha gustado. Sin embargo, no es su primera experiencia exitosa en el mundo de la arqueología musical. Ya lanzaron hace tiempo una tirada de Música Moderna, el libro de Fernándo Márquez que relata, en su tiempo, la escena de 1980. Un libro muy guay que también ha ido muy bien en ventas y que recomiendo mucho, se lee en un periquete y está bien escrito y con un lenguaje muy guay.
No puede faltar por aquí el sello dedicado a las reediciones más locas y estrafalarias: Munster (y sus subsellos, como Vampisoul y Vinilissimo). No tengo tanta alma de escarbador de la historia para ponerme todo lo que sacan, pero hay algunas cosas que hay que ponerles las manos esas de whatsapp que se juntan en plan saludo a DIOS. Uno de mis vicios hace unos años fue aquel recopilatorio llamado ¡Chicas!, que reunía canciones españolas de los 60 y 70 (y que al parecer tendrá segunda parte). Hace poco sacaron el demandadísimo vinilo de Elia y Elizabeth, además de un split de ellas con Single. Y también las canciones perdidas de Kiki D’Aki. Y Los Saicos, Vainica Doble y un NO PARAR.
Subterfuge también ha hecho de la reedición y la búsqueda parte de su seña de identidad, y ya en los 90 nos recordó a Terry IV o Los Vegetales. Y, no cabe duda, fue uno de los responsables de dar valor musical a La Movida, llegando a editar hasta un directo (algo innecesario, la verdad) de Alaska y los Pegamoides. También puso su mirada sobre un grande, Alfonso Santisteban, que disfrutó tanto con al atención que hasta se involucró en las reediciones de sus canciones. Yo descubrí al compositor gracias a Subterfuge, he de decir. Estos meses ha resucitado (algo paradójico) Canciones desde la Tumba con el disco de Plástico (que no me van demasiado) y con unas maquetas de rock vasco de principios de los 80. Mola.