#bateriadelinks: 8 de Marzo

– Bueno, una semana (larga) y seguimos sin resolver ningún problema. A pesar de que los temas y las cosas reaparecen una y otra vez, continuamos tropezando por la inercia, la inactividad de quien corresponde y la decisión divina de dejarlo todo igual. El primer temazo de la semana no puede ser otro que el 8 de marzo. Este domingo se celebra el Día de la Mujer y hay que estar ahí de la manera que sea, mostrando apoyo, gritando, exigiendo, liándola. Feministas.org ha compilado las diferentes convocatorias por ciudades, por si alguien anda perdido. Yo estaré en Plaça Universitat bajo el lema «La revolució sera feminista o no sera». Espero que seamos muchas. Después está la buena noticia de que los mainstream media empiecen a tomar conciencia y tratar estos temas. Este domingo, como no podía ser de otra manera, El Objetivo versará sobre el machismo. A ver qué sale. Una actividad molona para el Día de la Mujer es el editatón de wikipedia, que pretende dar visibilidad a perfiles femeninos en la neoenciclopedia. Aquí están los detalles para Madrid, se hará en Medialab. Para abrir boca y además reír (y llorar), recomiendo la entrega anual de los peores carteles del 8 de marzo que hace Filósofa Frívola. Esta tercera edición no tiene desperdicio. Y, ya que estamos, puedes aprovechar para descargarte su libro 2013, que es una maravilla que se lee en nada y menos y tiene política, egobloggers, gulags, 15M y mucho más. Honolulu Books ha decidido liberarlo y colgarlo para su uso y, sobre todo, su disfrute. Y, aun a riesgo de parecer su agente de prensa o un stalker malrollero, recomiendo su último texto en Madriz (bueno, todos sus textos en Madriz, en realidad > cuckcoo).
– En el apartado «Ídolas y polémicas», Brigitte Vasallo la medio lio en Twitter. Poca gente se dedica a buscar el dato, que siempre viene bien porque es lo más cercano a la objetividad que tenemos para defender nuestras cosas, y ella lo hizo y la reacción osciló entre el LOL y la penísima. Resulta que la portada de este mes de Mondo Sonoro está protagonizada por la alucinante Laura Marling. Vasallo lo celebró… ¡una mujer en portada! Pero el tuit tenía un poso de denuncia que no gustó a la publicación: era la primera portada protagonizada por una mujer en 18 meses. Un año y medio de portadas en las que solo se destacan a hombres. La revista, en vez de escuchar, intentar aprender y prometer que va a poner más atención, hizo un ridículo intento de excusa diciendo que en octubre de 2014 había salido una mujer en portada. Y sí, no les faltaba razón, pero no contaron todo: que acompañando a esa mujer había 13 hombres. Para más INRI, la portada celebraba los 20 años escribiendo sobre música que llevaba Mondo Sonoro, y en esos 20 años, qué cosas, destacan 13 hombres y 1 mujer (Belly de Dorian).

Where’s Walda?
– Uno de los temas de los que quería hablar era la propuesta económica de igualdad que presentó Podemos el otro día, como anexo (o como costilla de Adán) de su propuesta de verdad, la que los economistas (nótese el LOS). Me puse a escribir el párrafo que correspondía y salió una entrada nueva, aparte, como la propuesta en sí. Es esta ficción llamada «¡Sí que podemos, tía!» basada en los relatos de Chycha (de ahí saco el nombre de los personajes) y en textos tan enriquecedores y claros como este de eldiario.es en el que se analiza el problema de los movimientos sociales y partidos de izquierda con los asuntos de mujeres y LGTB o la intervención en la Cadena Ser de uno de sus autores, Kerman Calvo, que habla del poso masculino de Podemos. Por otro lado, las propuestas son más que lógicas y propias de un estado moderno y que vela por el bienestar de sus ciudadanos, por ahí no hay queja. Vale, pues entonces no ladres: no, porque el fondo es muy importante, pero la forma también. Me gustan medidas como los beneficios a la maternidad, el equiparamiento por arriba de las bajas, la profesionalización de los trabajos de cuidados (que ahora mismo salen gratis al estado, a pesar de suponer más de la jornada completa de miles de personas, en su inmensa mayoría mujeres) y guarderías públicas y gratuitas (que lo de gratuito cuando se habla de servicios públicos es mentira, pero bueno). De todo esto, además, me quedo con haber conocido la existencia de María Pazos, una de las expertas que han creado el documento, que explica todo muy bien y desde una perspectiva poco mediática y muy académica y de sentido común.
– Resulta que en 2015 han descubierto que la mayoría de las pinturas rupestres de lo que hoy son España y Francia fue pintada por mujeres. Se daba por hecho que las hacían los hombres porque muchas veces representaban escenas de caza, así que imposible que una mujer se involucrara en temas de machos. Esto… ¿cambia algo o no? Imagino que habrá que repensar algunas cosas y empezar a investigar en serio el papel de la mujer en sociedades prehistóricas. Igual así podremos comprender mejor la situación contemporánea. También leo esta semana que el primer autor literario con nombre es una mujer. Fue la sacerdotisa acadia Enheduanna. Lo cuenta todo Clara Janés en un libro que quiero ya, Guardar la casa y cerrar la boca, en el que lista a las mujeres que fueron borradas de la historia por ser demasiado pioneras (si es que se puede ser demasiado pionera). Resulta que la novela también fue inventada por una mujer, esta vez japonesa.
– Muchas veces (la mayoría) no nos damos cuenta del poder del lenguaje que utilizamos. Por ejemplo, usar insultos de opresión desde una posición de dominación pero «de buen rollo», a saber: el heterobuenaonda llamándote maricón, el otro diciendo entre risotadas que la otra es «muy puta»… Lo de siempre. Parece inocente, pero no lo es, porque dan por sentados valores y conceptos terribles y perpetúan roles que no molan, y más si hay niños de por medio, que están recibiendo este tipo de lenguaje y de asociaciones como algo normal dentro de su educación. Esto mismo ha pensado la Asamblea Queer Príncipe Lila en Villena, que observó estupefacta como durante los carnavales de la localidad, la AMPA (Asociación de Madres y Padres) celebró la fiesta con el clásico «Un bote, dos botes, maricón el que no bote». Todo esto acompañados de sus hijos, que aprendan que ser maricón NO MOLA. Que lo normal es ser normal. Por supuesto, la excusa siempre es que todo de buen rollo y que no hay mala intención, pero se sigue considerando normal algo que es una aberración (cantar contra los maricones, obvio). En locuras homófobas, me quedo picueto con las declaraciones de Rubén Ochandiano en esta entrevista de Vanity Fair (que está muy bien):
Al poco de iniciar el rodaje de ‘Tuya Siempre’, el director de la película, Manolo Lombardero, se enteró de que era homosexual y se echó las manos a la cabeza diciendo que se había equivocado y que tenía que haber contratado a un actor heterosexual. Sostenía que un actor homosexual no puede interpretar a un hetero. Yo no daba crédito escuchando esas gilipolleces. Se pasó el rodaje llamando al ya difunto maquillador Gregorio Ros para que chequera en el monitor si yo tenía pluma y si resultaba creíble. Fue un infierno y de lo más humillante.
– Venga, no iba a hablar del MWC pero lo voy a hacer. Imagino que esto llenará las arcas de los hotelazos y de los burdeles y, algo indirectamente, el Ajuntament, pero es una lata tener la ciudad colapsada de corbatas y policía (más de lo habitual). El caso es que, manifestaciones un poco notas aparte, se ha hablado de género y tecnología, confirmando que más allá de moditas y prensa, es un asunto que hay que tener en cuenta. Me han llamado la atención dos conferencias (no he ido, lo he leído por ahí): una sobre el uso de móviles entre las mujeres, en la que se constataba que en países en desarrollo es más habitual el uso de móvil entre los hombres. Lo explican mejor aquí. Después me quedé con los dientes largos con el tema de Robin Hauser. Esta directora ha hecho un documental sobre el gender gap en el mundo de la programación, un sector importantísimo, que abarca todos los estratos de la sociedad y la economía, y que, según tengo entendido, necesitará en los próximos años más gente de la que está ahora mismo estudiando programación. Vamos, una carrera de futuro, que sienta las bases de muchísimas cosas y que parece de nerds y en realidad es una forma interesantísima y real de cambiar el mundo -aparte de que ser nerd es guay. Hasta ahora, se tiene esa imagen cliché del programador «friki» (ay, qué poco me gusta esa palabra), pero en realidad programar consiste en construir, solucionar problemas y crear órdenes para que las máquinas y el software hagan lo que queramos. Volviendo a Hauser, el documental tiene un pintón tremendo, y parte de una pregunta: ¿qué ganaría la sociedad si hubiera más mujeres y minorías programando? El trailer deja con muchísimas ganas de saberlo todo.
– Hablando de tecnología y machismo, Barbijaputa habla de youtubers jovencísimos y terroríficos.
– Otro temazo en el que no me quiero meter mucho es en el asunto Anna Allen. Es un misterio, una cosa rarísima, y creo que está haciendo mucho más ruido del que debe, tocando temas muy espinosos como las enfermedades mentales y hacer comedia de cosas que, igual, no lo sabemos aún, son un drama de dimensiones desconocidas. Así que me quedo con la cautela de este artículo de Vanity Fair y con este texto sobre las lapidaciones online.
– Uff, veo los links que quedan ahí abajo, pegados, luego hago scroll hacia arriba y me doy cuenta de que suelto unas chapas bastante gordas. ¡No quiero parar ni renunciar! Pero tendré que hacerlo. De todas formas, voy terminando con lo que me gusta, la música. Debbie Harry da unas cuantas lecciones de vida a punto de cumplir 70 tacos en esta extenso artículo de The Telegraph. Es una ídola de toda la vida y un ejemplo a seguir. La típica famosa tan atractiva en el aspecto como interesante en todo lo que tiene que decir. La amo. A pesar de que Harry montó la primera tea party de mujeres punk, en Pikara se olvidan de ella cuando hablan de los orígenes del movimiento riot grrrl. Un despiste (imagino, aunque Harry siempre es mirada desde quince lupas diferentes) que no desvirtúa un artículo estupendo y de iniciación sobre las punks de Olympia. Como complemento, recomiendo mucho buscar el documental The Punk Singer y venerar hasta la muerte a Kathleen Hanna. Y acabo el apartado música con Madonna, que sigue con su tour de entrevistas y líos y cada vez me cae mejor, teniendo en cuenta que antes no me caía mal, sino que me daba igual. Ahora algunos se escandalizan porque ha dicho que aconseja a su hija sobre el uso de drogas. En fin, que parece mejor no hablar el tema y dejar que hagamos cosas sin información previa.
– Siempre acabo con un vídeo musical NO de actualidad. Esta semana recupero esta versión de Pic-Nic que hacía mucho Javiera Mena hace unos años y que es una maravilla.