Versiones de Bowie (y tres homenajes)

Hoy ha muerto Bowie. Una pérdida de las grandes. Un artista excepcional, que ha inventado cosas, que lo ha hecho TODO, casi siempre bien. Que ha compuesto algunas de las canciones más molonas y rupturistas del pop. Que ha actuado en películas, pocas y seleccionadas, poniendo su físico al servicio de la creación de iconos. Que ha colaborado con todo tipo de artistas. Que ha apadrinado a jóvenes y no tan jóvenes directamente, aupándoles con una palabra (o con una aparición sorpresa en un concierto), desde Placebo a Arcade Fire. Que dedicó casi 20 años de su vida a provocar, a romper todas las normas estéticas, sociales, de género, sexuales… Una pérdida única, sin duda.
Como en muchos de estos casos, los de artistas que están décadas creando y haciendo miles de cosas diferentes, sólo los fans fatales pueden conocer cada detalle, cada recoveco, cada época. Yo no soy uno de ellos, y lamento su muerte tanto como el que más, sin sentirme culpable de no ser un experto en él, sentimiento que resume muy bien la entrada de El Hombre Confuso de esta mañana. Eso, no soy fan, pero obviamente conozco sus hits, los he bailado, los he cantado, los he escuchado en mi casa. Y hay canciones que han marcado mi vida, Bowie es uno de esos músicos perfectos para encender la chispa del amor por la música cuando uno es joven. Sus años 70 son una joya. En mi casa no se escuchaba demasiado a Bowie, pero en mi grupo de amigos sí. Y Ziggy Stardust me hizo saber de dónde venían muchas cosas que me gustaban. Siempre respetaré y admiraré a David Bowie, y, a pesar de todo, no soy un fan fatal.
Como ya he contado casi cada vez que hablo de versiones, lo que me gusta de ellas es que descubro cosas. De hecho, si mi memoria no me falla, fue la versión de The man who sold the world que hizo Nirvana la que me hizo escarbar un poco en David Bowie (yo tenía casi 13 años cuando se editó el Unplugged in New York). Con tantas canciones clásicas y buenísimas, la cantidad de versiones es casi infinita. Estas son las que más me enrollan:
Seu Jorge
Uno de los elementos fundamentales de The Life Aquatic with Steve Zizou es su banda sonora. Y cómo está integrada en la película. Seu Jorge no solo reinterpreta algunas de las tonadas míticas de Bowie en portugués y a su bola, sino que también es parte de la cuadrilla del excéntrico personaje de Wes Anderson. Y ahí está, cuando es necesario, para cantar cositas que vienen de perlas a lo que ocurre. Mi favorita es Life on Mars, pero todas son oro puro.
Nirvana
Ese riff, hecho con una acústica medio distorsionada, es ya parte de la historia también de Nirvana. Kurt Cobain le dio una vida rara a esta canción. Y los arreglos de cuerda son perfectos. Ay…
Parálisis Permanente
Sin duda, la mejor adaptación al castellano que se ha hecho de Bowie. Oscuridad extrema, post-glam, post-todo. Y, cómo no, perpetrada por un héroe caído. Héroes, así, con acento, pone la piel de gallina.
Momus
En 2015, Momus sacó un disco triple y uno de los discos estaba dedicado a versionar a Bowie. Por actualidad, me quedo con la visita a Where are we now?, por ser una de las últimas muestras de genialidad de Bowie. Preciosa.
The Hot Rats
El proyecto paralelo de Supergrass, de versiones, es una pasada. Sin grandes alharacas, con guitarrazos bien dados y sin añadir gran cosa más allá del espíritu de grupo ensayando en un garaje, cogieron Queen Bitch y la hicieron así de bien.
Warpaint
Una revitalización, pasando de la producción early80s de la original, en clave de pop virtuoso, porque las Warpaint solo saben ser virtuosas. No sé si me gusta más la versión de esstudio o la toma en directo para la BBC. AMbas perfectas.
Janelle Monae
Monae también hizo Heroes, un poco más sosa que Parálisis, pero su vozarrón y el flow de la música le da para el notable.
¡Extra, extra!
Como extra, dos canciones inspiradas, cada una a su manera, en Space Oddity. Y dos maravillas, claro. Parade directamente traduce un par de líneas y coge los acordes para hacer un puente en la canción. Lo de Fangoria es más una reinterpretación de la canción, un viaje interior en el espacio exterior. Y, ya de extra extrísima, la canción que le dedicaron Veruca Salt, con mucho tino, en la que cuentan en dos minutos el placer de ir escuchando a Bowie con tu walkman. ❤