Cosas que hacer en agosto en la ciudad
Posted by Borja DF on 05/08/2013 · Deja un comentario
Ya me he ido de vacaciones. Y todavía es 5 de agosto. Me queda el mes más caluroso y mortal del año. Me da igual. Me encanta. Lo pienso pasar súper bien y aprovechar al máximo el tiempo libre, la felicidad veraniega y mi hiperacitividad. Aquí van una lista sin orden ni concierto, que incluye planes, deseos, consejines y cosas que no haré (o sí, quién sabe), pero que igual le sirven a alguien. Agosto puede ser nuestro mes. Agosto puede ser divertido. AGOSTO. No hace falta aclarar que se me olvidarán doscientas cosas. Al final dejo una suerte de moodboard del verano.
Ir a la playa después de trabajar.
Ver películas y cortos en las Gandules.
Mirar cada semana las agendas y asistir a todo evento con bebida gratis.
Ligar con turistas.
Dormir la siesta frente al ventilador.
Desarrollar ideas para una novela.
Ver series viejas que no has tenido tiempo. Disfrutar de las series veraniegas.
Ir al gimnasio a deshora. Cambiar las rutinas. Sudar.
Beber vermut los domingos, durante el día entero.
Ligar.
Comer poco, beber mucho.
Fumarse un piti desnudo en el balcón.
Escuchar los discos de los que has pasado en la primera mitad del año.
Hacer una paella con tus amigos.
Ponerse ropa roja. Y rosa. Y erradicar los pantalones por la rodilla o por debajo de la rodilla.
Ir a conciertos, sesiones, pinchadas y volverte loco y luego en septiembre volver a la normalidad. Lo que pasa en agosto, se queda en agosto.
Hacerte amigo de tus vecinos.
Dejarse crecer la barba.
Ir en bañador y deportivas.
Bailar.
Esperar a que presenten El Futuro en Locarno.
Hacerse selfies en todo baño/espejo/cristal molón que veas.
Perder el tiempo sin sentirse culpable.
Recibir visitas. Invitar a gente a casa.
Chatear.
Hacer y deshacer maletas hasta cumplir las normas de Ryanair.
Bajar el ritmo en Twitter.
Subir el ritmo en Tumblr.
Pensar en cerrar Facebook. No cerrarlo. Pasar de Facebook. Pero no cerrarlo.
Usar emoticonos todo el rato.
Evitar aglomeraciones mainstream.
Practicar inglés a la mínima de cambio (por ejemplo, ligando con turistas o poniendo una reclamación a Ryanair).
Buscar piscinas en Barcelona. Só pra contrariar. Subir a la de Montjuïc y hacer un remake de Slow.
Gastarse el dinero que no tienes.
Dibujar en las cartas del banco.
Hacerte mala sangre con las vacaciones transatlánticas de tus amigos con posibles.