#bateriadelinks: culos, música y chicas hablando de cosas de machos
– Empiezo con un poco de metacosas. Haber recuperado esta sección de links, haberla agrandado y convertido en una columna de opinión larga y multitemática ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en los últimos meses. Me da vida, me alegra, me mantiene la cabeza despierta y me hace reflexionar muchísimo sobre las cosas que me interesan. Me está haciendo, creo, poco a poco, ser un poco más serio, un poco más analítico y mejor. Además, la respuesta está siendo buena, algunas de las entradas han tenido muchísimas visitas y he recibido feedback que va de lo bonito a lo alucinante. Hasta Brigitte Vasallo compartió una de las entradas, lo que me llena de gozo porque la admiro. Además, entre mis amigos se está estableciendo la decisión de, cuando ven o leen algo que pueda encajar, me lo mandan. Y yo lo agradezco mucho. Por eso, estoy pensando que si alguien lee esto, le gusta y piensa que hay cosas que lee por ahí que me podrían interesar, me lo mande via comentarios o via mail: borjalona a gmail punto com.
– Christina Rosenvinge ha dado una entrevista a Mujer Hoy en la que afirma categóricamente que es feminista, habla de ser mujer en el pop, del «músico y la cantante», de lo mitificada que está la maternidad y de todo aquello que normalmente no se habla en estos suplementitos. Christina Rosenvinge es una ídola tremenda, una mente clara y libre, que se ha deshecho con inteligencia y elegancia de cualquier etiqueta peyorativa que, insistentemente, muchos se propusieron ponerle. Todo un ejemplo de fortaleza y valentía. La amo. Las Bulbasaur, con tino, no publican en internet las cosas del fanzine, pero rescataron un trozo de la larguísima entrevista con ella en su Facebook que demuestran que Christina Rosenvinge ya no se calla NADA.
– Mujeres en mundo de hombres. Una frase hecha que, en realidad, se podría usar para cualquier ámbito, porque, no me cansaré de repetir, todo está creado, dirigido y decidido por hombres. Pero hay sectores que todavía se resisten. Esta semana dos de estos mundos han recibido un poco de hostias gracias a mujeres que se han plantado y han gritado BASTA. Empecemos por los videojuegos. Hace ya meses del #GamerGate, ese movimiento que denunció la misoginia, la violencia y el mal rollo de la escena gamer, donde las mujeres son ridiculizadas y acosadas continuamente. Esto pasó en Estados Unidos, pero ahora Laura Gómez ha llevado a cabo un experimento que relata en Xataka: una semana jugando online siendo mujer. Los resultados van de la violencia verbal al paternalismo, pasando por cualquier estado que se pueda imaginar. Yo estoy totalmente fuera de los videojuegos (de hecho, no entiendo los detalles de los videojuegos que relata), pero me interesa esta perspectiva. Al parecer, ha causado mucha sensación entre los gamers españoles, y también entre alguna gamer. En Terrorismo Vaginal se hacen eco de la respuesta recibida por el artículo. El otro mundo no apto para mujeres es el de los deportes. No su práctica profesional, que también (recordemos a las hermana Williams). Y esta historia incluye a una famosa que no tiene miedo a decir que es feminista. La actriz Ashley Judd estaba viendo un partido de baloncesto a su bola y decidió hacer el típico comentario sobre el equipo contrario al suyo (el suyo es el equipo de Kentucky). Vamos, lo que cualquier machirulo on fire haría. Pues ella se atrevió, con su coño, y le cayeron respuestas sobre violación, estupidez, edad y físico. Lo típico. Cuando se defendió, que si se lo merecía, que ser famosa es eso, que te insulten por ser mujer, y mi favorito de todos, por cobarde: QUE ES BROMI. Uno hace una salvajada, otro se ofende, y en vez de disculparse o pensar sobre ello, lo cubre de ironía, dice que era BROMI, que no tienes sentido del humor y a seguir por la vida como si no fuera un valiente gilipollas. Ashley Judd no se ha callado y ha contado todo en una columna para The Mic.
– ES BROMI, entre otros, también es el argumento utilizado por un fotógrafo chileno para defender su vergonzoso trabajo en el festival Lolapalooza. Resulta que este tipo fue al festival chileno a hacer un reportaje sobre los culos de las asistentes, que publica bajo el nombre de #CuloPalooza. La red, ese ente heterogéneo e imprevisible, se volvió contra él por machista. Él ha dicho que vaya hipersensibilidad, que no va a dejar de mirarle el culo a las gachís y que le dejen tranquilo porque él solo lidera los movimientos femeninos del país. Incluso le entra la creatividad y dice que Chile «está en esos días del mes», rizando el rizo del machista que no se pispa. Menos mal que el medio en el que publica tiene un poco de sentido común y, además de retirar el artículo de los culos, le ha dado una columna a una de sus periodistas, Vanessa Vargas Rojas, para que le explique un poquito al zoquete este por qué está todo mal.
– Entre Christina Rosenvinge y Lolapalooza me está quedando muy musical la cosa, así que añadamos más: en Pikara varias DJs cuentan sus experiencias frente al paternalismo y el machismo imperante entre los DJs y, como no, entre el público de los DJs. Entre ellas está una ídola, Lourdes Madow.
– Ya hablamos por aquí de la censura de Facebook con las estrías. Pues seguimos con las censuras: resulta que es casi imposible informar sobre educación sexual en redes sociales usando la palabra sexo, porque para Facebook, Twitter y Google es lenguaje vulgar, ofende y findelmundo. En este artículo de S Moda lo cuentan y reflexionan sobre los criterios para aceptar cosas como los culos de las famosas o las páginas de tetas y no las de educación sexual en sociedades occidentales cargadas de embarazos adolescentes y enfermedades de transmisión sexual. Esta misma semana, Facebook ha censurado a una artista por publicar fotos durante su menstruación. Les da miedo, creo, que existan mujeres que cuenten cosas NORMALES.
– Venga, que es viernes y me estoy enrollando y poniendo un poco de mal humor. voy a ir terminando con el sempiterno batiburrillo de cosas sin relación: Lena Dunham ha aparecido en unos capítulos de Scandal y solo por eso me dan ganas de recuperar la serie, que dejé a mitad de su delirante segunda temporada. La foto de Lena decapitada ha dado la vuelta al mundo. Lena, te amo. Ya aprovecho para comentar que Girls es mi serie perfecta ahora mismo. Quiero Girls todo el rato. // También me he enterado por un insistente tuit patrocinado que hay una ONG que ayuda a hombres maricones a seguir los locos pasos para tener hijos. Hacen un seminario en Bruselas. Yo llevo con la chispa de la paternidad encendida unos meses y me da mucha rabia lo difícil que es. Leí por ahí a alguien decir que qué injusticia que Kiko Rivera pudiera ser padre y él no. Yo más bien diría que me da igual que Kiko Rivera pueda ser padre. Quiero que todo aquel que lo desee lo pueda ser. En fin, un drama. // Planet Fitness es una cadena de gimnasios americana que tiene una política inclusiva guay y normal, tipo que los vestuarios son para quien se sienta identificado con el género marcado en la puerta. Pues una tía dice que se ha quedado traumatizada por ver a una mujer transexual en su vestuario y les ha demandado. La lista de «daños» por este traumático trago son de traca: exasperación, fastidio, malestar, deshonra, sentimientos de opresión, humillación, incomodidad, indignación, insultada, ansiedad mental, mortificación, ira, desprecio, vergüenza, pena, vejación y preocupación. Es muy LOL así leído, pero hay juicios de por medio. // Amo las rutas feministas por Madrid de Diana Aller. Cuando vaya, que no sé cuándo será, las haré. // Un fotógrafo explica con datos por qué es un privilegiado siendo hombre. // Y, para acabar, una bobadita de Buzzfeed que me ha hecho feliz: propuestas de personajes femeninos de televisión que se merecen estar en los billetes de 20 dólares. Mi candidata, cómo no, es Leslie Knope.
– El final musical y viejujo. Por ahí leí que por culpa del Estado Islámico, marcas, productos y demás llamados ISIS estaban sufriendo. Eso me llevó, automáticamente, a una de mis canciones preferidas de Alaska y Dinarama. Ahí la dejo, en un playback muy Gloria Trevi.
Borjalona 