Fútbol, chicas y medios
Esta semana ha arrancado el Mundial de Fútbol en Canadá. Uh, espera, algo falla en esta frase… ¡si ya hubo Mundial en Brasil el año pasado, qué ladras! Perdón, que se me ha olvidado: FEMENINO. Nadie llamó al evento de 2014 Mundial de Fútbol Masculino, pero claro, es que son chicas, ellas no juegan al fútbol, solo lo intentan. Eso se puede más o menos entender del tratamiento que la prensa le da a la cita. No me interesa nada de nada el fútbol, pero sí me interesa cómo se trata a las mujeres en la prensa y en los diferentes ámbitos profesionales, culturales, económicos… Preparando el regreso de la #bateríadelinks, que la tengo abandonadísima, me di cuenta de que tenía bastantes textos y lecturas recomendadas sobre el tema del Mundial, de las relaciones entre fútbol y mujeres y el deporte en general, así que pensé que sería mejor dedicar una entrada al tema y aparcar (un poco más) la batería.
Mientras el mundo camina, cada vez más rápido, hacia la amplitud de posibilidades en cuanto a género, sexo e identidad, la FIFA da media vuelta y se pone a correr en dirección contraria. La cobertura informativa del Mundial de Fútbol de Canadá comenzó con la prueba que el organismo del fútbol mundial exigió a las participantes para «asegurarse que su sexo era el correcto». Todas tuvieron que presentar documentación (que incluía historiales médicos) para demostrar que son mujeres, sea lo que sea eso, para poder participar. En este artículo de eldiario.es varios expertos explican que la ciencia no tiene una definición estanca de lo que es ser mujer y que la FIFA se mueve por parámetros no sólo subjetivos, sino también binaristas, ciegos y retrógrados.
Un hecho histórico dentro de este campeonato es la participación de la selección española, que nunca había llegado hasta el mundial. Por supuesto, desde España fútbol=fútbol masculino, y fútbol femenino=BROMI, así que algunos ya se han encargado de echar leña al vilipendio. Y no vienen de medios de ultraderecha, sino de la progresía del Grupo PRISA: calentando motores antes del inicio del Mundial, en la SER de Sevilla dedicaron 15 minutos a hacer chistes machistas y tránsfobos sobre las futbolistas. Empiezan diciendo que el tema es muy difícil, que hay que evitar que te den liebre por gato (sic). Después entran en el tema de las pruebas de verificación y ya empieza la fiesta. Disculpan a la FIFA, por supuesto, y dicen que todo está bien, porque hay mujeres que parecen hombres y por ahí no pasan. También bromean con un corresponsal falso en Canadá (¿mandar a un periodista a cubrir ESO?). Periodista Digital recoge algunas de las frases vomitadas durante el programa y las ganas de matar aumentan a cada segundo: «Jugadoras que cuando mean salpican el azulejo», «en vez de campana tienen badajo que repican al correr», «soy especialista en ginecología femenina» (a estos la etimología les debe sonar a comunismo) «jugadores con bigote», «leen más el Interviú que el Lecturas»… Así está el nivel. Y ahí seguirán, con su tribuna para decir sandeces peligrosas.
¡Pero si Marca y As le dedican una portada! Claro, porque no tienen más remedio. A veces hasta salen deportistas que no son hombres futbolistas también. Se ha acabado la temporada, no hay Liga, no hay Champions, solo play-offs de ascenso, y aunque a más de uno le habrá tentado lo de la segunda división, una participación en un torneo mundial es más importante. Luego vamos al detalle y vemos que ellas, las mujeres de la selección femenina, no son mujeres ni jugadoras: son chicas, son ellas, son estrellas, son niñas. No vayamos a tratarlas como adultas y profesionales. Ni siquiera se ponen los apellidos de las cuatro jugadoras de portada, solo sabemos que son Sonia, Eirka, Irene y Eli. Hasta en textos que abiertamente denuncian la situación de la selección española se les escapan estas expresiones, como en este de Rubén Uría. ¿Alguien llama chicos o niños a Casillas, Piqué o Xavi? Entrando en el texto de Uría, descubrimos cosas terribles: las mujeres de la selección no han podido prepararse el Mundial, a pesar del compromiso de la Real Federación de Fútbol Femenino, cobran 1.200€ al mes (el salario mínimo de 2ª división masculina es 129.000€ al año) y las primas por ganar llevan 20 años sin aumentar. En este otro texto de El País sí que hay un tratamiento más aséptico, que arroja datos terribles: en España no hay salarios fijados, y la mayoría lo compaginan con otras tareas, ya que la que más puede ganar ronda los 8.000€ anuales. Sin embargo, el suplemento ICON hace una lista de las mejores jugadoras hablando de ellas desde la perspectiva de jugadores: la messi, la iniesta, la casillas, la neymar… y afirman que, sorpresa, igual hay alguien que le interese ver el lado deportivo del Mundial. Venga, pero otro suplemento, S Moda, del medio le da la vuelta y hace un perfil de la jugadora Hope Solo y lo hace bien, dedicando además mucho espacio al machismo del mundo del deporte.

Marca, 2015
Hasta la televisión pública, que tiene los derechos de emisión del Mundial (por imposición legal, no por voluntad del ente), ha decidido arrojar más arena a la montaña de mierda, relevando la competición a Teledeporte, porque en principio no interesa a nadie, así que lo ponen en su canal menos visto y tirando. Y luego los hechos, los datos, hablan: el debut de la selección en Canadá (empató a 1 contra Costa Rica) reunió a casi un millón de espectadores con un 4,9% de share. La media de la cadena de ese día fue 1,7%, mientras que el acumulado de junio es un 1% y en mayo hizo un 1,4%. Vamos, que sí interesa. Hizo más audiencia que La 2, estuvo a punto de empatar con Cuatro y se emitió en la misma franja que series de superéxito, realities isleños y talent shows de cocina.
Para acabar, y por si no ha quedado claro la situación de discriminación y humillación que vive el fútbol femenino, basta leer este texto de Begoña Marugán, en el que explica que, por ley, las jugadoras de fútbol no pueden ser consideradas profesionales en España, lo que ha llevado a una fuga de talentos, o que las condiciones de los campos son peores e incumplen compromisos de la propia FIFA. Y, haciendo un poco de memoria, recuerda Marugán que Blatter ya recomendó en el anterior mundial que las mujeres se pusieran ropa más sexy para hacer su deporte más atractivo. Eso sí, al menos abre el artículo una pequeña ventana de esperanza, como la realización del documental Soñar en grande, sobre el hito de la selección, o la inclusión en la próxima edición del videojuego FIFA 16 de selecciones femeninas.