Olvidos (imperdonables) de 2014

Como siempre ando como vaca sin cencerro y no pienso mucho y no tengo la cabeza para nada después del estrés laboral, cuando me pongo a hacer cosas y las acabo estoy dos semanas dándole vueltas a todo lo que podría haber añadido (o, en ocasiones, quitado) y, sobre todo, a lo que se me olvida. Mi memoria de pez suele pasarme malas jugadas: no retengo caras ni nombres, tengo que ver las películas 2 veces, revisar mi pasado, hacer un memento. Como no, ahora que empiezan a salir decenas de listas con lo mejor del año, lejos de descubrir cosas o sorprenderme, la reacción ha sido: «¡Hostia, si a mí ese disco me CHIFLA y no lo metí en la mía!». Así que me redimo comentando, en plan charla conmigo mismo, estos olvidos imperdonables (e imperdibles). Todos son de España.
La excusa que me pongo es que muchos de esos trabajos no están en Spotify, que me sirve como herramienta para juntar y recopilar (y este año he sido bastante disciplinado con ello). Pero es eso, una excusa. Porque uno no puede olvidar la sorpresa y emoción que sintió al saber que Los Caramelos habían vuelto y no una, sino dos veces. Primero con un single delicioso, cortito, y más tarde con un señor LP que mantiene todo lo bueno del proyecto de Charlie Mysterio.
Siguiendo con discos perfectos que no están en Spotify (y que me parece muy bien, que esto de ser un desastre es cosa mía) tenemos desde Logroño a Sagrado Corazón de Jesús, que coge a Spicnic y a Austrohúngaro y da vida a algo nuevo. Tan bueno, tan bueno, que es capaz de escribir una canción llamada Las ventajas del autoempleo que empieza con «Al menos tu jefe tiene criterio».
Me las di de chulito metiendo algún EP y algún single en la lista y se me olvidaron unos básicos. Empezando por otro regreso completamente inesperado de una banda marcada por la tragedia y cuyo debut me hizo vibrar como un instrumento de percusión: Los Claveles arrancaban nueva etapa con Ojos, que incluye una gema que entra en el top 5 de canciones de ellos. Estación Sur de Autobuses es un clásico subterráneo e hípermadrileño.
Me extrañaba, pero no caía, que hubiera tan poco catalanismo en la lista. Claro, torpemente me olvidé del Soundcloud de Desert, uno de los mejores grupos que hay ahora. Sacaron un EP a principios de año que es una pasada y que confirma que el LP es una cosa seria: mejor 4 canciones redondas que 10 mediocres. Envalira se disfruta, se baila, se vive y enrolla.
Este fue por una cuestión de tiempo, lo de El Último Vecino. La inclusión de su nuevo EP en una entrada posterior también me sirvió para excusarme. Además, la banda (ahora sí, la banda) ha sacado canciones sueltas en un par de EPs compartidos: uno de versiones con M A J E S T A D y Pan Total donde hacían suya una de Los Burros y otro para Nuevo Anochecer y La Fonoteca junto a Futuro (que es de 2013, pero yo lo compré en 2014).
Hilando temas, recojo la mención a La Fonoteca para destacar la nueva serie que han estrenado en 2014: Puente Aéreo. Una conversación entre Madrid y Barcelona en forma de split EPs que ha tenido dos retoños durante esta temporada. En el primero Gúdar y Hazte Lapón, en el segundo Univers y Celica XX. Y sin dejar de lado el recopilatorio anual, Mar y Montaña, que reúne a bandas emergentes de Barcelona.
Las reediciones de maquetas de grupos perdidos o de nuevas formaciones también son bienvenidas y se pueden considerar cosas de este año. A principios tuvimos lo de Murciano Total, que es un locurón total (y que ya han grabado un single) y a finales nos encontramos con el sorpresón de Los Suspensos, banda de la que tengo un cassette en casa desde los 90 y que había perdido entre los recuerdos de mi juventud.